martes, 15 de octubre de 2013

Devuélveme.

Algo nos quiso volver a cruzar, no una segunda vez, sino una tercera e incluso una cuarta.
Desde el principio supe que no nos conveníamos, pues tus excesos y mis ganas de frenar no eran buenos compañeros. 
Aún así arriesgué. 
Aún así, arriesgaste.  
¡Bendito riesgo! pensé y, por más que pese, pensaré siempre. 
Nada serio, nos dijimos.
Tú no querías nada serio, dijiste.Yo te dije que no quería nada con nadie. 
Con nadie que no fueses tú. Quizás esta última parte olvidé mencionarla. 
Jugaste tus cartas tan bien que ya no me quedaban manos cuando creía que me las llevaba todas. 
Quise querer lo que querías tú, pero yo sólo te quería a ti. 
Ahora entiendo que lo primero que tenía que haber querido era lo que quería que tú quisieras. A mi. 
Porque sin ti, aunque no quiera, puedo. 
Sin mi, estoy perdida. 
Y mientras espero que me escribas, que me llames, que me mires y que me sonrías...tú estás ahí fuera, escribiendo, llamando, mirando y sonriendo. 
Estoy segura de que no le sonríes a nadie como me lo hacías a mi. Como nos lo hacíamos. 
Hay cosas que ni el más hábil de los jugadores puede controlar. 
El caso es, que tú estás ahí fuera. 
Y yo sigo aquí.
Sin ti. 
Y lo que es peor, sin mi. 
Devuélveme, aunque sea hecha pedazos, pero devuélveme. 
 

sábado, 29 de junio de 2013

Él.

Una vez me dijeron lo que tenía que ser. Porque sí. Porque eso era lo correcto y ya.
Y entonces Él.
Él, que siempre se encarga de ir al contrario de lo que parece ser lo correcto en este mundo, me dijo que yo podía  ser lo que quisiera ser, siendo siempre ante todo, persona.
Y en ello estoy, gracias a Él.
Él que me enseñó que había algo más poderoso que las fronteras políticas, las naciones o los estados...YO, TÚ, CUALQUIERA.

Tardé años en comprender el cómo y estoy segura de que me llevará toda una vida entender el por qué es mejor callar a veces, pero no dejar de defenderte nunca.

Y es que llevo 20 años admirando como golpea la mesa con un puño y me dice "que las cosas no son así, muchacha" y me habla de Libertad, de educación, de patrias que no lo son , de política y de historia y me encanta como se le tensa la mandíbula y le brillan los ojos cuando le llevo la contraria, simplemente por el placer de hacerlo, porque puedo.

Le he oído de hablarme de guerras, de animales y de bosques en los que nunca ha estado, pero da igual.
Me río cuando me habla de indios y vaqueros y de que Él siempre elegía a los primeros, porque es muy fácil ir con los grandes y Él nunca lo ha tenido fácil.
Porque puede parecer que no sabe nada, pero a mi me lo ha enseñado todo.

A veces lo envidió tanto...
Ojalá varias vidas más con Él y sus historias para poder ser un poco más valiente, como Él.
Y por encima de la envidia, siempre el orgullo.

Porque ser hija con Él es muy fácil, a pesar de que Él siempre diga que lo difícil es ser hijo,porque es todo nuevo,  que lo de padre se lleva mejor, porque ya has sido hijo antes, juegas con ventaja.

Orgullosa.
Nunca se lo digo.
No sé si lo sabe.
Intuyo que sí, porque siempre se da cuenta de todo.
Lo que está claro es que lo estoy. Siempre.

Y sin embargo...

He dicho tantas veces que no puedo más, que sé que puedo, siempre.
He aceptado tantos consejos que nunca he seguido, que sé que valgo, siempre.
Me he negado tantas veces que te quiero, que te espero, que sé que lo haré, siempre.
Te he esperado tanto tiempo que el día que llegues, no te voy a soltar, nunca.
He soñado tantas veces contigo, que ya no quiero dormir, nunca.
Y sin embargo....

sábado, 4 de mayo de 2013

Me.

Ayer me vi.
Por fin, ayer logré verme.
No me había dado cuenta de lo bien que me sentaba este aire de mujer fatal, lo mucho que lucía en mi la tristeza, lo verdes que se veían mis ojos llenos de lágrimas y lo rojos que estaban mis labios de tanto mordérmelos.
Sí, ayer me vi.Me vi tan guapa como triste. Pero no me preocupó.
Y hoy he salido a la calle.
He escondido la tristeza por unas horas, he cambiado las lágrimas por maquillaje y el rojo de la sangre por el del carmín.
Y me he vuelto a ver. Ni guapa ni triste, ni yo sin ti, pero ya no tan yo contigo. 
No sé si me explico, pero me entiendo.
El caso es, que hasta me he atrevido a sonreír. Y he sonreído por y para mi.
Y he caminado tanto que me he cansado y me he tenido que sentar en un banco, no el de siempre, otro, cualquiera  y cuando me he sentido con fuerza para levantarme de nuevo, lo he hecho, sin esperar a que nadie me ayudase, porque esta vez, he querido hacerlo sola. Y he podido.
Y he vuelto a casa y me he vuelto a ver, con los ojos llenos de lágrimas, el maquillaje corrido y sin saber muy bien de donde salía el rojo de mis labios.
Pero ha estado bien, porque ya no tenía aire de mujer fatal, ni necesitaba tristeza para ser.
Era.  Sin ella, sin ti, sin ellos.
Yo.
Y de momento, es más que suficiente.

domingo, 7 de abril de 2013

Bonita.

Bonita. 
Como bonito es que Ella te lo llame.
Bonita. 
Como ella es, aunque a veces se le (me) olvide.
Bonita 
Como una tarde de lluvia, con la promesa de que va a salir el Sol, pero con la certeza de que no lo necesitas.
Bonita. 
Como bonito es saber que, pase lo que pese, está.
Estás. Estaréis.

Qué bonito es saber que cuando más fuerte te crees, alguien te escribe, simplemente para decirte que "te echo de menos, bonita".
Y entonces entiendes que tú también, que no sabes no hacerlo, que no quieres que sea de otra forma.
Y entonces te dices a ti misma que ya dejarás lo de ser fuerte para mañana, que por hoy está bien así.
Y llega mañana y ya no hace falta que te escriba, porque mañana te abraza y te susurra:
"¡Cuánto te he echado de menos, bonita!" 
Y sonríes, porque por hoy está bien así.
Porque hay personas que se convierten en tu debilidad, haciéndote más fuerte sin que te des cuenta.

Bonita.
Como bonito es estar segura de que tú también la has echado de menos. Porque yo a ti, bonita, te echo de menos siempre.
Ojalá toda una vida sin echarnos de más.
Sólo de menos.
Y hasta que nos veamos.
Mañana.

Bonitas.






sábado, 23 de marzo de 2013

Lo único que tenemos.

Si lo piensas bien, es lo único que tenemos.
Y es lo que nos merecemos.
Y no estamos dispuestos a conformarnos con menos.
No podemos.
Y sin embargo,
no es suficiente.
Nunca lo es.
Todo lo que hagamos es poco.
Todo lo que gritemos, es un susurro.
Pero no por eso vamos a rendirnos ¿no?
NO.

Algunos pensaréis que hablamos del amor.
Otros, que somos una banda de jóvenes exaltados.
Los menos, que hablamos de Ella, Libertad.
No sé, tal vez no lo sepamos ni nosotros.
Tal vez, una mezcla de todo un poco, o de todo un mucho.
¿Quién sabe?
Pero no por eso vamos a rendirnos ¿no?
NO.



jueves, 21 de marzo de 2013

PrimaVera.

Ahora que ha llegado, 
ahora que ya está aquí, 
ahora, ¿qué hacemos tú y yo? 
Dicen que la primavera, la sangre altera. Pero, ¿y los que ya venimos alterados de serie? 
Y tú, ¿sabes lo qué le hace la primavera a los cerezos? Pues a ver cómo le explicamos qué nos importa más bien poco la estación,
siempre estamos preparados para la acción. 

Lo que quiero decir es que debajo de mi falda siempre es primavera si tú estás cerca. 
Qué me importa bien poco que en Abril aguas mil Mayo florido y hermoso
en mi cama siempre llueve si estás conmigo y las flores de mis sábanas siempre están hermosas sobre tu piel. 
Que me quieras, que te quiero, que te voy a querer más (si puedo), por que se lo debemos, por la deuda que tienen los enamorados con nuestra Prima, Vera. Porque nos lo debemos.
Porque nosotros sí, pagamos nuestras deudas
Aunque nos lleve una vida pagar la deuda que tenemos con mi colchón. 
Lo intentaremos. Siempre.
Y  más en primavera. 


miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Tarde?

-No sé que hago aquí, no sé que me llevo a dejar la cerveza a medias y venir hasta aquí, no sé ni si quiera cómo llegué hasta aquí, pero sí sé por qué, por ti, porque me entraron unas ganas tremendas de que me abrazaras, de que me besaras, de dejar de ser yo por una noche y que dejases de ser tú, para ser sólo nosotros...
... Dime algo por favor, dime que he hecho bien en venir hasta aquí, dime que estabas pensando en mi, dime lo guapa que estoy, dime lo mucho que te gusta mi minifalda y las ganas que tienes de quitármela...o mejor no me digas nada, cierra la puerta, vuelve a dormir, me volveré al bar, no no, yo también me iré, a dormir, sí eso, es tarde, es tarde, es muy tarde para todo. Descansa. 

-Sí, tienes razón, es tarde, es tarde para todo, menos para nosotros-le dijo.

Le cogió del brazo y la besó y la abrazó, y le dijo lo guapa que estaba, lo mucho que le gustaba esa minifalda, y como le tenía ganas, se la arrancó.

Esa noche ella dejó de ser ella y él dejó de ser él. Y simplemente fueron ellos. Nosotros.


martes, 12 de febrero de 2013

Miedo del miedo.

A veces tenía miedo.

Miedo de todo, miedo del propio miedo.

Tenía miedo de no ser feliz, pero me daba mucho más miedo serlo.
Tenía miedo de la oscuridad, pero mucho más de la luz.
Tenía miedo de que nadie me quisiera, pero mucho más de que lo hicieran.
Tenía miedo de sentir, pero mucho más de no hacerlo.
Tenía miedo a la soledad, pero mucho más de tener que necesitar a alguien.
Tenía miedo de vivir poco, pero mucho más de vivir demasiado.
A veces tenía tanto miedo, que me daba miedo a mi misma.
Y un día...
...un día se me pasó.

Lo bonito que hubiese quedado ahora un:
"pero entonces llegaste tú, y cuando tú entraste, el miedo salió", ¿eh?

Pero no cariño, no estaba enferma, solamente...solamente me convertí en una Valiente.





lunes, 11 de febrero de 2013

Dormir y mirar.


Una.
Dormía.
Siempre dormía. Mucho. Demasiado.
Dormía.

Otro.
La miraba.
Siempre la miraba. Mucho. Demasiado.
La miraba.

Los pocos momentos del día en los que no dormía, no la miraba.
Nunca la miraba despierta. Nada. Nunca.
No la miraba.

Un día ella dejó de dormir y él de mirarla.

Un día ella se marchó y él no la vio, porque ya no la miraba, porque ya no dormía.

Y entonces él se durmió, porque ya no tenía a quién mirar.
Y entonces ella dejó de dormir, porque no tenía nadie que la mirara.







jueves, 7 de febrero de 2013

Felicidad (es).

De vez en cuando te cruzas con personas por las que merece la pena.
Merece la pena todo o nada.
Merece la pena estar y no.
Merece la pena ir o que venga.
Merece la pena, ¿sabéis?
Hay personas a las que quieres, porque no sabes no hacerlo.
Hay personas que te hacen mejor persona sin querer o queriendo, no lo sé.

Y hay personas, que siguen siendo personas a pesar de.
Y que además de personas, son amigas, las mejores.
Y esque hay pequeñas que se hacen mayores cada día, pero lo celebran los sietes.
Por ella.

                                           Felices 20 y lo que surja. 

viernes, 18 de enero de 2013

Y qué si dicen que no te convengo.
Y qué si dicen que entre tus defectos, debes contarme a mi la primera.
¿Y qué?
Y qué si no les interesa hablar de que la primera sonrisa de cada mañana es para ti y que no me duermo sin dedicarte un gemido nuevo cada noche.
¿Y qué? Que te quiero, te quiero aquí.




sábado, 12 de enero de 2013

Hoy.

Y esque hoy me apetece...
Agradecer lo que no debe ser agradecido, a él, a ella y a ti.
Amar lo que no debe ser amado, a mi, a ti, a nosotros.
Imaginar lo inimaginable...
Soñar, porque puedo.
Reír, porque quiero.
Hablar, porque siempre hay algo que decir.
Callar, porque siempre viene bien.
Cantar, por muy mal que lo haga.
Bailar, porque si bailo sueño, río, hablo y callo, canto e imagino...
Y esque, como decía, hoy me apetece. Ven.