Una vez me dijeron lo que tenía que ser. Porque sí. Porque eso era lo correcto y ya.
Y entonces Él.
Él, que siempre se encarga de ir al contrario de lo que parece ser lo correcto en este mundo, me dijo que yo podía ser lo que quisiera ser, siendo siempre ante todo, persona.
Y en ello estoy, gracias a Él.
Él que me enseñó que había algo más poderoso que las fronteras políticas, las naciones o los estados...YO, TÚ, CUALQUIERA.
Tardé años en comprender el cómo y estoy segura de que me llevará toda una vida entender el por qué es mejor callar a veces, pero no dejar de defenderte nunca.
Y es que llevo 20 años admirando como golpea la mesa con un puño y me dice "que las cosas no son así, muchacha" y me habla de Libertad, de educación, de patrias que no lo son , de política y de historia y me encanta como se le tensa la mandíbula y le brillan los ojos cuando le llevo la contraria, simplemente por el placer de hacerlo, porque puedo.
Le he oído de hablarme de guerras, de animales y de bosques en los que nunca ha estado, pero da igual.
Me río cuando me habla de indios y vaqueros y de que Él siempre elegía a los primeros, porque es muy fácil ir con los grandes y Él nunca lo ha tenido fácil.
Porque puede parecer que no sabe nada, pero a mi me lo ha enseñado todo.
A veces lo envidió tanto...
Ojalá varias vidas más con Él y sus historias para poder ser un poco más valiente, como Él.
Y por encima de la envidia, siempre el orgullo.
Porque ser hija con Él es muy fácil, a pesar de que Él siempre diga que lo difícil es ser hijo,porque es todo nuevo, que lo de padre se lleva mejor, porque ya has sido hijo antes, juegas con ventaja.
Orgullosa.
Nunca se lo digo.
No sé si lo sabe.
Intuyo que sí, porque siempre se da cuenta de todo.
Lo que está claro es que lo estoy. Siempre.
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